Arquitectura

Una malla gruesa, por ejemplo, adorna la fachada de nuestra sede ubicada en el barrio de Affoltern en Zúrich, contribuyendo a su aspecto moderno. Además, el uso de malla metálica en las fachadas aporta interesantes reflejos luminosos a la envoltura del edificio. En interiores sirven de separadores de ambientes y, de este modo, estructuran los espacios. La disponibilidad de distintos materiales y nuestra capacidad de producción interna nos permiten adaptarnos a cada deseo individual.

En el plano funcional, por ejemplo, nuestros tejidos arquitectónicos proporcionan una protección solar eficaz y, por tanto, consiguen reducir al mismo tiempo la cantidad de calor que entra en el edificio. No obstante, la vista hacia el exterior está garantizada. En los sistemas de techos suspendidos y en los elementos de diseño para la división de espacios, sirven para amortiguar la acústica de la sala en combinación con los materiales insonorizantes.

Las mallas metálicas también proporcionan una protección eficaz contra las caídas en los huecos de las escaleras o en los pasos de peatones y también cumplen otras funciones de protección, como la protección contra el contacto con los equipos técnicos. Y a pesar de ello, la ventilación óptima está siempre garantizada gracias a las aberturas de malla.

Dado que nuestras mallas arquitectónicas son, salvo contadas excepciones, de metal, cumplen todos los requisitos de protección contra incendios.

• Los tejidos arquitectónicos combinan funcionalidad y diseño.
• Permiten optimizar la acústica de las salas y consiguen un sombreado ideal.
• Proporcionan características de protección, por ejemplo, en instalaciones técnicas.